Capítulo #1
Mi nombre es Irene, no tengo una vida perfecta y adinerada cómo otras familias, contando un poco mi "Hermosa historia" soy una chica de 19 años, tengo una hermana de 9 años emily, mi pequeño sol.
Mi madre murió cuándo tenía recién cumplidos 16 años y de ahí mí vida dio un giro de 180 grados.
¿Mi padre? Si se puede llamar así, nos abandonó cuándo se enteró de una horrible noticia.
Cuándo emily tenia 8 años, le declararon leucemia, fue horrible saber qué ella padeciera de eso, no juzgo a quién lo padecen, por qué siento que nadie debiera de tenerla.
Bueno, desde qué nos dieron ese balde de agua fría, no tuve la gran oportunidad de estudiar cómo tanto había deseado, a duras penas termine de secundaria, y tuve qué buscar trabajo, para poder mantener a mi hermana y a mí.
Poder buscar algún sustento para poder pagar el tratamiento de emily no era cualquier trabajo, no uno como niñera, muchacha del servicio o cosas así , no digo que éste mal, pero tenía que ser un trabajo que me diera el dinero suficiente para pagar todo lo qué emily necesitaba.
Empecé a trabajar en algo qué en realidad nunca en mi vida pensé hacer, pero viéndome en las circustancias qué estaba me tocó hacerlo.
Trabajaba por las noches de bailarina en un club, pagaban bien, pero no era algo de lo cual me sentía orgullosa.
-Chicas, comiencen a cambiarse qué empieza el show- esas fueron las palabras del estúpido dueño.
Todas las chicas corrieron a los camerinos y otra noche que volvía a hacer algo que no me gusta.
"Es por el bien de emm"-Me animé mentalmente.
-Irene, vamos tienes qué arreglarte- Comentó Rebbeca. Ella aparentemente ya estaba lista para el "Show" todas por obligación debíamos mostrar, así es cómo ganábamos, no me sentía cómoda con esto, no era lo qué yo estaba acostumbrada pero es lo justo para salvar una vida, esto lo haría una y otra vez sin pensarlo, no dejaré que mi hermana deje su vida cuándo sólo está por comenzarla, cuándo sólo está por vivirla, se ha perdido gran parte de su infancia y está viviendo momentos en dónde no sé lo desearía a nadie.
-Si... voy de inmediato -Susurre para luego encaminar a el camerino.
Saqué del bolso una blusa que apenas lograba tapar mis pechos y una falda no muy larga que digamos, me puse mis mayas negras y por último los tacones.
Me senté frente al tocador y aplique poco maquillaje, resalte mis labios de rojo y me puse el antifaz, no quería que nadie supiera mi identidad, sabía que si la revelaba en la calle me podrían juzgar cómo una cualquiera sólo por realizar algo por necesidad.
No queria decepcionar a emm, ella pensaba que en las noches cuidaba a unos ancianos, si algo poco creíble pero ella lo hacía, tenía en mente recaudar el dinero suficiente para luego dejar toda esta basura y dejar todo esto a un lado y realizar un trabajo como es debido.
-Vez, ilumina ese escenario -Dijo Mario, el dueño.
No es alguien con el que me lleve mal, pero no sería alguien con el qué quisiera trabajar toda mi vida.
Yo sólo asenti y salí al escenario, varios hombre me desnudaban sólo con la mirada, lo cuál sólo lograban darme asco.
"-Hazlo por Emm, es por el bienestar de ella"-volví a animarme mentalmente.
Tenía que hacerlo, ya que ella era la única razón por la qué yo me mantenía aún en este lugar.
(...)
Después de terminar mi show, me fui a casa, pocas noches me quedaba con emily, pero sé qué está segura, las enfermeras la estiman mucho, es una niña super cariñosa y se le notan las ganas de vivir y salir adelante, quisiera que ella pudiera tener una vida normal, pero aún no pierdo las esperanzas que en el futuro la tenga.
Lanzó el bolso en cualquier lado y me dirijo a mi habitación, estaba cansada, me Di una corta ducha y me quedé rendida apenas toque mi pequeña cama.
Suena el despertador cómo todo los días a las 6 am. Siempre llegaba al hospital a las 7 am para ayudar en todo lo que necesitaba mi pequeña hermana.
Me duche me coloqué un vestido de flores un poco desgastado pero da igual, unas sandalias rojas, y mi cabello suelto.
El dinero sólo daba gasto para las cosas de emily y para el "mercado" qué en realidad no hacía, es decir trabajaba por las noches y no me daban ganas de comer, emily tenia un mes que la internaron, y come sus tres comida en el hospital ¿Para que hacer un mercado si no lo consumía? Además tampoco es que tuviéramos el dinero por montón para gastarlo en algo que no usábamos.
-¿Cómo amaneció mi pequeña favorita? -Entré y vi que emily aún seguía leyendo los libros qué le compré la semana pasada.
-¡Viniste!-Exclamó dejando a un lado su libro.
-Sabes qué vengo todo los días ¿Porqué no vendría hoy? -Cuestione.
-Por qué pensé que anoche vendrías y no lo hiciste- Dijo con voz extremandamente triste.
-Mi pequeña, sabes que puedo pasar todo el día cuidando de ti, y lo puedo hacer algunas noches pero no todas -Dije sentandome a su lado.
-Lo siento -susurro.
-Sabes que te amo mucho vale ¿Cómo te sientes hoy? -Pregunté viendo cómo dejaba sus libros aún lado y me daba la atención totalmente a mí.
-Me duele -murmuró, está es la parte donde siento su dolor, es un vínculo tan fuerte qué siento lo qué ella siente, una niña de 9 años no merece esto, debería de estar pensando en las muñecas, en salidas al parque, hasta en sus estudios pero no, esa vida no es la de ella.
-Vamos a salir adelante -La abracé delicadamente, me dolía verla en esa faceta, pero debía ser fuerte por ella, aunque por dentro me derrumbe totalmente.
-Sí, voy a recuperarme tan rápido que iré a conocer el mar -Se animó.
Siempre era así, quisiera tener su optimismo y ver las cosas fácil pero así es mi realidad.
-Claro, vamos a salir de esta ya lo verás -Comenté mientras vi cómo sus ojos me miraban con ilusión y optimismo.
-Tengo hambre, quiero una gelatina de colores ¿Puedes traerme una? -Puso una cara muy tierna, obviamente ella sabía cuál era mi debilidad y la usaba en mi contra.
-Claro espera un momento -Dije para luego salir a complacerla, está era mi vida.
Baje a la cafetería y compré dos gelatina, una para emm, y otra para mí.
-Aquí está -Entré y cerré la puerta, me senté frente.
-Gracias -Dijo para luego tomar su gelatina y acabarla.
(...)
Otra noche haciendo lo mismo que todas las noches, engañandome a mi y a mi hermana sobre esta situación.
-Irene, ven un momento acá -Dijo Rebecca, no digo que sea mi mejor amiga pero es lo más parecido que tengo a eso.
-Dime-Respondí cuándo llegué.
-Después del show, hay una fiesta ¿Quieres ir? -Pregunto.
-Claramente sabes que no voy a ir, mañana tengo qué ir temprano al hospital -Respondí.
-Vamos, estás dejando tú vida perder, disfruta por lo menos una noche ¿Hace cuanto no sales? ¿Cuándo fue tú última relación amorosa? ¿Cuándo fue la última vez qué te sentiste normal? -Dijo tomando mis manos -Piénsalo, tienes hasta después del show -Propuso.
¿Debería ir?
Absolutamente no voy a ir, no quiero amanecer mañana con resaca y disfrutar mientras mi hermana está debatiendose con cáncer en un hospital.
Además ya tenía decidido sí quiero salir de está vida, necesito buscar un empleo más normal, y qué me de el tiempo necesario para estar con Emm, era lo más lógico después de todo.
El show pasa más rápido de lo normal, y lo único que pido es estar en mi cama y dormir plácidamente, dónde por un momento en el día me olvidó de todo lo que tengo qué hacer.
-Lo pensaste -Dijo rebbeca ya cambiada, llevan puesto unos short de jeans, una blusa bordada jugando con sus vans y su cabello y maquillaje impecable.
-Sí, y mi decisión es no ir, lo siento -Comenté, tome mis cosas, me despedí de todos, tenía que salir mañana temprano en busca de un trabajo, esté no era uno de los cuáles me orgullecia.
No quiero seguir reprochado mí vida con lo que podía ser mejor, cuándo mamá murió fue algo inesperado y duro de superar, papá no fue lo suficientemente valiente para estar con nosotras, principalmente yo no importaba, pero ¡Joder! Estaba Emm, una chica indefensa nos abandonó sin importarle sí teníamos para comer o no, a duras penas teníamos un techo, Pero no sólo de eso se vive, mi vida no ha sido fácil y dudo qué cualquier vida lo sea, pero está en mí cambiar mi futuro y el de mi hermana, dos futuros tengo en mis manos.
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