Capítulo #3
Cuándo recién había cumplido 16 leí Una vez leí "Vas a tener 17 solo por 365 días. Y puedes morir a los 18. Cuando tu mamá te pregunte si quieres dormir en su cama, di que sí. Un día ella va a estar en una cama de hospital y no habrá suficiente espacio para hacerlo. Deja de cancelar planes; sal y usa tus piernas mientras funcionan. No tienes nada garantizado. Deja de negar el afecto. No vas a poder amar a alguien como adolescente a los 35 años. Alguien, muchos alguien, te van a decir que te aman. No te quedes quieta porque te lo dijeron muy pronto. Si los amas, díselos. Se brutalmente honesta. Ve afuera y cambia el mundo. Pelea por paz, igualdad y un cambio. Cuando tengas 70 y solo puedas ver las noticias todo el día no querrás ver los mismos problemas cuando tú tuviste la oportunidad de pelear. Deja de utilizar el ''No necesito a nadie'' ''No tengo sentimientos'' como actitud. Es fácil hacer amigos en la secundaria que en un hogar para ancianos. Abraza los sentimientos y la intimidad. No te disculpes por preocuparte y no dejes que nadie te haga sentir culpable por preocuparte incluso si es por ellos. Solo eres un adolescente 2,555 días y luego eres mayor. La vida nunca avanza más lento. Los huesos se vuelven frágiles y se rompen, la gente muere, y el corazón se hace débil. Vive con cada átomo de tu cuerpo, Ahora."
Y hasta ahora entendí mi vida, muchas veces negué afecto.
Muchas veces pensé qué mi mamá se pasaba, quizás por que me regañaba todos sabemos que nuestras madres buscan el bienestar para cada uno de nosotros pero uno en su momento de irá no lo siente así.
Y ahora me arrepiento, no tengo ese apoyo qué ella solía darme, aquellos consejos que me daba mejor que nadie, pero así es la vida, se lleva a las mejores personas, y se llevó una demasiado importante para mí, por eso siempre trató de mostrar mi afecto de emm, hacia ella, tratanto de qué ella no piense en mamá y en el irresponsable y cobarde de nuestro padre.
Salgo del hospital directo a mi casa, tengo qué ir a trabajar al club era un deber prácticamente.
Llego y recojo mis cosas, así cómo llegué así mismo salí.
Entro por la puerta trasera la cuál da inmediatamente con el camerino, veo a rebbeca ya arreglandose y decido yo también hacer mi "Honorable" trabajo.
Yo no critico a las personas que realizan esté trabajo, supongo qué las personas que realizan esté tipo de trabajos tienen sus razones, pero no es lo que yo quiero en mi vida, quiero superarme a mi misma principalmente llevando con esto en darle una mejor vida a una persona que depende de mí.
Me siento frente al tocador, tomo los maquillajes y me coloco un poco de base en mi rostro, tomo un esponja qué delicadamente esparzo por mi rostro, delineo un poco mis ojos, y lentamente aplicó unas sombras deacuerdo con mi vestuario, Pinto mis cejas dejándolas sumamente delicadas y delineadas.
Tomo mí bolso y sacó una blusa blanca con bordados al final, sólo logra tapar mi busto y un poco más abajo.
Un short tallo alto realmente corto, era algo incómodo y pensaba ¿Qué rayos me colocare en los pies"
Por lo tanto colocó unas mallas en mis piernas, no quiero dejar que me vean demasiado.
》Sí ya lo hacen o ¿No te das cuenta?《
Decido ignorar aquel pensamiento y maquillo cómo siempre un poco mis cicatrices, algo que es duro de recordar.
-Veo que necesitas unos tacones-Interrumpe mis pensamientos rebbeca.
-Pues si, hoy tuve un accidente con los míos -Reaccione a su comentario.
-Toma, estos te servirán demasiados, ya no me gustan tanto cómo antes -Me tendió unos tacones de agujas negros -Después tendrás tiempo para agradecermelo, ahora tienes que ir a actuar -Los dejó encima del tocador y salió.
Me los probé y me quedaron a la perfección ¡Gracias a Dios!- Pensé.
Me veo por última vez en el espejo y simplemente no me gusta mi aspecto, está no soy yo.
Salgo y cómo siempre están aquellos viejos verdes mirándome con lujuria y excitación, algo que me dan unas ganas impresionante de vomitar.
La música suena y yo cierro mis ojos concentrandome en aquella mirada de que mantiene en esté lugar Emily.
Rodeó mis piernas en el tubo y hago varias mariometas en el mismo, bailo sensualmente, por eso me pagan.
-Así es belleza, mueve ese culo-Grita uno de los viejos asquerosos y repugnante que están más cerca del escenario -¿Cuánto cobras por una noche? -Gritó y su grupo de amigos rieron por su comentarios
¡Imbéciles!
Terminó mi show de una buena vez, y cómo siempre no le doy parada a nadie, me cambio y salgo cómo alma que lleva el diablo, no quiero estar más tiempo de lo suficiente en ese asqueroso lugar.
Llegó a casa y decido descansar, hoy fue un día largo y mañana también lo será.
Pongo la alarma y decido caer en los brazos de Morfeo de una buena vez.
Estaba escondida debajo de mi pequeña y estrecha cama, mi padre, qué asquerosa y repudiante persona es en realidad sigue tocando la puerta cómo una maldito loco, aunque en realidad lo es.
-¡Abre maldita sea! ¡¿Quieres ver cómo te va a ir peor si no me obedeces!-Toca cada vez más fuerte, mis lágrimas salen sin control alguno, mi corazón late con fuerza hasta pienso que se va a salir de mi pecho en algún momento, mis manos tiemblan, tengo miedo, mucho miedo.
Estaba borracho y mamá no estaba había salido con mi hermana pequeña a visitar a una tía ¿Por que no me llevó con ella? Me fuera ahorrado el dolor que mí "padre" estaba por hacerme sentir.
-Vamos abre estúpida -Gritó y sentí cómo la puerta se abrió. Mi respiración se estancó en mis pulmones, no podía respirar, sentía que no podía respirar.
Sentí y vi cómo daba pasos vacilante hasta qué escuche la peor frase que pude escuchar en su momento.
-Te he encontrado -Susurra para luego obligarme a salir de mi escondite.
Cuándo salgo siento el olor a cigarrillo ¡Oh,no! Mis lágrimas siguieron saliendo cómo cataratas Dios ¿Por qué a mí? ¿Dónde estás? ¡Ayúdame!
-Quítate la blusa-Demandó. No, no.
Negué y cómo castigó me golpeó mi mejilla -Obedeceme-Me gritó en la cara, no lo quería, no quería que me siguiera haciendo daño.
Hice lo que me pidió, sus ojos brillaron en el instante ¡Maldito enfermo! No lo quería.
Sacó de su bolsillo trasero un mechero y un cigarrillo de su caja, lo prendió lentamente o eso fue a mi parecer.
Le dio una calada y luego miro lo rostro y soltó el humo qué hace unos segundos antes había consumido, esto era humillante ¿Qué clase de padre le hace esto a su hija?
Cuándo le dio varias caladas más, dirigió el cigarrillo a mis costillas, el ardor y la quemason era insoportable, así hizo cuatro quemasones más antes de que se acabará el cigarrillo, era un maldito pirómano de lo peor, y lo odiaba por eso.
Mi respiración es agitaba, han vuelto de nuevo aquellos recuerdos, sólo era una niña de catorce años, pero él nunca tuvo en cuenta eso, y pues la prueba viviente de eso era mis cicatrices.
Dirijo mi mirada al reloj y son las 5:57 am
Decido levantarme y empezar mi rutina.
Después de salir de baño, veo que no tengo nada decente para ir a trabajar.
Decido entrar en aquella habitación a la que no he entrado por una buena temporada.
Voy a cuarto de mamá, abro cuidadosamente y los recuerdos golpean mi mente, decido dejarlo a un lado bastante ya tuve con la pesadilla, mi vista se posa en el armario, mamá le gustaba mucho coser así que se hizo para sí misma prendas hermosas.
Abro delicadamente el armario, y miro detenidamente cada una de las prendas que había en ese lugar, suspiro y tomo unos pantalones elegantes.
Cierro y salgo de la habitación y busco una blusa a juego.
Me veo bien, no parezco una chica que trabaja en un club nocturno, decido secar mi cabello un poco y dejarlo que caiga naturalmente por mi espalda, me colocó los tacones que me dio rebbeca, por cierto debo agradecérselo.
Me maquillo un poco, tomó lo necesario y salgo de casa directo a la dirección que el señor me dio el día anterior.
Al bajar de autobús camino dos cuadras y me topo con una empresa de lujo, mis ojos se abren por la impresión y dudo si entrar o no.
《Haslo por Emm, por ti》
Tome aire, valentía y entre a la empresa.
La secretaria me llama la atención.
-¡Hey niña! ¿Te has perdido? -Dice con superioridad.
-Buenos días a usted también -Ironizo -Necesito hablar con...- Miro la tarjeta mientras que la secretaria me mira a ceja alzada -Con el señor Adams jefferson -Digo mientras ella asiente.
-Quinto piso a la derecha -Dice y asiento a lo que me dice.
-Gracias -Digo a lo que ella me ignora.
Subo el ascensor y marco el piso que quiero.
Al salir veo dos puertas, una a la izquierda que está una chica más o menos de mi edad,a cuál me sonríe amistosamente, y yo asiento a su gesto.
Tocó la puerta de la derecha, y me abre el mismo señor de ayer.
-Hola muchacha -Saluda educadamente.
-Buenos días señor jefferson-Respondo de igual forma, se hace aún lado y yo entro tímidamente.
-Después hablaremos -Dijo una tercera voz -Aunque no estoy deacuerdo-Y salió cómo alma que lleva el diablo.
-Ignora a mi hijo -Dirigió una mirada de disculpa.
-No pasa nada -Sonrió para que se tranquilice.
-Bien, y ahora ¿Cómo te llamas? -Preguntó mientras se sentaba.
-Irene smith-Digo mientras él comprende.
-Bueno Irene, una vez más gracias por lo de ayer, por salvar al travieso de Matt y pues un gusto tenerte en la empresa-Sonrió.
-Muchas Gracias a usted, y referente a lo de ayer no fue nada -Me encojo de hombros.
-Bueno, ahora sí, hablemos de trabajo-Dice y yo me remuevo en el asiento -Primero serás mi asistente, estarás en las reuniones en las que asista, estarás pendiente a cualquier cosa que necesite-Me mira detenidamente -Llevarás el control de mi correo electrónico, cualquier cosa que sé envíe por ese medio tú estarás pendiente a ello y me informaras a mí ¿Deacuerdo?-Cuestiona mientras yo proceso todo.
Asiento dudosamente.
-Está bien pero ¿Cómo sería mi horario?-Pregunté, estaba dudosa en ese punto, tengo que dedicarle tiempo a Emm.
-Será de 7am hasta las 12 pm -Me mira -Y luego de 2pm a 6 pm -Mis ojos se abren. No tendré tiempo para emily.
¡Joder!
-Además se te pagará muy bien-Recalca-¿Algún problema con el horario?-Dice y ¿Qué le digo? Mi hermana necesita de mí, pero yo necesito el trabajo.
-Un poco -Susurró, el me estira un cheque y veo la suma que está en ese papel.
-Está será la suma que te pagaremos -Dice y abro los ojos, Joder es mucho más de lo que me imaginaba, pagaría el tratamiento de Emily y me sobra mucho más.
Tengo que sacrificarme.
-¿Por qué lo piensas tanto?-Pregunta al ver que me quedó muda -¿Qué pasa niña? Puedes confiar en mí -¿Podré confiar en él?.
-Soy responsable de mi hermana de nueve años -Suspiro pesadamente.
-¿Tus papás no se podrían hacer cargo?- Me mira tiernamente.
-No -Digo cortante -Mi padre huyó y mi madre murió -Me mira con lástima -Pero puedo con esto- el asiente.
-Entiendo -Dice y luego dirije su mirada a la computadora -Pero cómo padre y abuelo te digo que algunas veces es bueno sacrificar algunas cosas por mantener aquellas personas que depende de nosotros a salvo y con un buen bienestar, te entiendo mucho Irina, pero piensa en el bienestar de tú hermana, ella te necesita, pero tú necesitas darle una buena vida y educación - dice y luego suspiró y siento mis lágrimas saliendo sin control.
-¿Qué es lo que te pesa tanto, siento que eso no es todo?-Toma mi mano pero sin ninguna mala intención -Puedes confiar en mí, no te juzgaré-Con el dorso de mi mano limpio mis lágrimas.
-Tiene leucemia -Sus ojos se abren -No quiero que le diga esto a nadie, aunque se que no estoy en condición de pedir usted es el jefe-Digo mirando al fondo.
-Te entiendo, y no le diré a nadie -Sonríe tiernamente -Eres valiente -Aclara -Puedes irte a las 5pm -Suelta mi mano.
-No, yo cumpliré mi horario, no sé preocupe -Me levanté -¿Cuándo empiezo? -Pregunté mientras él Me miraba extrañado.
-Ahora -Sonrió -Puedes traerme un café -Pidió doy media vuelta -Por cierto tú escritorio es el que está afuera de la oficina, y otro dato, la cafetería está en el tercer piso-Dice y captó todo lo que me dijo -Por cierto, bienvenida -Asiento y cierro la puerta, miro mi escritorio algo sencillo, una computadora acompañada de una impresora, algunos lápices y pulmones.
Dejo mi bolso y salgo en busca del café.
Al entrar al ascensor apuntó el número del piso al que me toca ir, antes de cerrarse un pie lo impide.
Era aquel hombre de la oficina que salió cómo un loco, muy guapo, ojos verdes, cabello castaño super liso y bien cuidado, cuerpo de muerte, nunca crei qué un hombre se vería bien en traje.
-Y tú qué tanto me miras-Dijo fastidiado.
Y sí, con una personalidad de mierda.
Ruedo mis ojos y espero que esté día no sea tan horrible.
Comentarios
Publicar un comentario